¡Eh, petrel! (Literatura y viajes)
¡Eh, petrel! (Literatura y viajes)
Julio Villar
(Juventud, 2012)
En su ligero Mistral, desde que salió de Barcelona en 1968 hasta que llegó al puerto de Lequeitio en el verano de 1972, Julio Villar recorrió unas 38.000 millas marinas. Fue una vuelta al mundo vivida sin prisas, saboreada, tranquila, a veces dramática. Pero el relato de sus peripecias no sigue el rumbo habitual en este tipo de libros. Aunque evoca inolvidablemente sus largos periplos de navegación y escalas, el propósito de Julio Villar ha sido recoger el curso anímico de su deambular.
¡Eh, Petrel! oscila entre la divagación lírica y sus escuetas anotaciones del cuaderno de bitácora. Sus párrafos rozan más de una vez la estructura de un poema y hay en ellos asombro y fervor hacia Walt Whitman, inquietas preguntas y sentimientos “de una sencillez y de una pureza que sólo hace muchos, muchos años, cuando era niño, era capaz de sentir”. Un relato de viajes que es en sí mismo el alma del viajero.
Nacido en San Sebastián en 1943, Julio Villar abandona pronto sus estudios para dedicar su vida a viajar, a escalar y a conocer la naturaleza. Enamorado convencido de lo que está haciendo, muy joven se convierte en uno de los pioneros del alpinismo difícil en nuestro país. A principios de los años sesenta ya ha realizado muchas de las ascensiones más famosas por aquel entonces, en los Pirineos y en los Alpes. En 1967, después de una larga convalecencia a causa de un accidente de montaña, Julio Villar consigue un pequeño velero de siete metros de eslora, con el que a los pocos meses comenzaría un largo y lento viaje que lo llevará a recorrer los rincones más alejados de las tierra. De este viaje nacerá este libro.
Crítica:
¡Eh, petrel! Cuaderno de un navegante solitario, Roge Blasco. eitb.eus
Coordinador: Juan Ibarrondo