Kulturate de Arrasate acoge la exposición “Lezetxiki, territorio Neandertal” hasta el 9 de abril
17/12/2021En la muestra se exponen 60 piezas almacenadas en Gordailua. Entre ellos se encuentran cráneos completos de osos, la mandíbula de un Macaco, los útiles de piedra fabricados por los Neandertales y las conchas usadas por ellos, algunas de ellas procedentes del mediterráneo.
Se presentarán también las réplicas de los huesos humanos más antiguos encontrados en Euskal Herria (un húmero y dos dientes). Estos son muy similares a los esqueletos encontrados en la Sima de los huesos de Atapuerca. Se mostrará también la importante fauna de otros yacimientos cercanos. El yacimiento de Lezetxiki está totalmente protegido por RESOLUCIÓN de 6 de septiembre de 2021, del Viceconsejero de Cultura, como Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de Zona Arqueológica y tiene gran importancia para el conocimiento de la prehistoria vasca.
Los establecimientos de los neandertales en Euskal Herria
A lo largo de los más de 100.000 años en los que los Neandertales habitaron Euskal Herria, conocieron todo tipo de situaciones climáticas, similares a las actuales (templadas y húmedas) y mucho más estadiales (frías y secas). Como consecuencia de ello, no solo se ocuparon las cuevas como Lezetxiki, si no también los abrigos rocosos (como Axlor) y los campamentos al aire libre como Magurduia norte. Conocemos muchos más de las ocupaciones neandertales en las primeras debido, por un lado, a que los abrigos y campamentos se conservan peor los restos arqueológicos y, por otro lado, a las mayores dificultades que existen a la hora de localizar este tipo de depósitos.
Además, no solo ocuparán los espacios de bajas altitudes de la vertiente cantábrica, si no, que se adentrarán en la vertiente mediterránea, entre otros motivos para explotar los afloramientos se sílex de Urbasa (a 900m.s.n.m) y Treviño (entre 700 y 800m.s.n.m). algunas de estas ocupaciones darán lugar a los denominados talleres de sílex (como Murba).
Clima y medio ambiente. Vegetación
Los cambios climáticos que se suceden en el territorio comportan alteraciones cíclicas del paisaje. Dentro de este último, a través de las disciplinas arqueológicas, recuperamos determinadas e interpretamos los restos de vegetación que se han fosilizado en los niveles arqueológicos. Así, por ejemplo, los análisis palinológicos de dos yacimientos de Arrasate (Labeko Koba y Lezetxiki) nos permiten registrar dentro del último periodo glaciar, fases de mejoría climática en los que era posible la presencia limitada de especies arbóreas (avellanos, robles incluso castaños). En las etapas frías, había muy pocos arboles (fundamentalmente pinos y/o enebros). Esta reducida cubierta arbórea, supuso que la disponibilidad de material leñoso fuera muy escasa. En Labeko Koba tenemos un buen ejemplo de ello. En Arrasate, hace 41.000 años, el frio era tan intenso que prácticamente no había árboles en su entorno y por ese motivo, a falta de leña, se emplearon los huesos triturados de bisonte como combustible.
Los osos, una convivencia complicada
El ciclo vital de los osos comprende un periodo de varios meses de letargo invernal o hibernación cada año. Los osos se sobrealimentan durante la primavera, el verano y parte del otoño para poder superar esta fase, durante la cual se encuentran en un estado latente en que no ingieren alimento. Al aproximarse la hibernación, buscan zonas resguardadas (generalmente cuevas) en las que permanecen adormecidos hasta el inicio de la primavera. 3 son las especies de osos que frecuentan Lezetxiki y la ocupan, desplazando a los seres humanos en su uso durante milenios: Ursus deningeri, al que sucede Ursus spelaeus (oso de cavernas) y, tras la extinción de estos Ursus arctos, el actual oso pardo. Algunos de los niveles de Lezetxiki no registran actividad humana, solo de osos. Excavan sus nichos u oseras, y en ocasiones, no pudieron superar la hibernación, mueren durante su letargo y sus restos permanecen imperturbados hasta la llegada de los arqueólogos.
Modos de vida y muerte
Aunque conocemos bastantes yacimientos con presencia de neandertales en Euskal Herria, la mayoría de nuestra información acerca de los mismos procede de otras regiones europeas o de Oriente Próximo. La mayor parte de sus capacidades tecnológicas, culturales y sociales venían siendo infravaloradas hasta hace unas cuatro décadas, cuando comenzaron a revisarse en profundidad muchos tópicos sobre la especia. Hoy día, conocemos un conjunto de enterramientos, que revelan un comportamiento funerario que incluía ofrendas y el uso de ocre. También se acepta de modo creciente entre los paleontólogos que disponían de lenguaje completo, un universo simbólico difícil de precisar (a causa de la mala conservación de las materias orgánicas) y una estructura sociológica similar a la de nuestra especie, incluyendo el cuidado de los miembros de la comunidad más vulnerables o con alguna discapacidad. Hablando coloquialmente, la investigación viene aproximado mucho el comportamiento de los neandertales al de nuestra especie.